1 oct 2013

Prohiben entrar banderas antifascistas en el campo del fútbol de Azuaga

El desembarco del PP en las instituciones azuagueñas parece que han entrado también en la directiva del equipo local de futbol llegando incluso a obligar a retirar una bandera republicana de la grada y a editar un cartel como el que ilustra este artículo y que se comenta por sí mismo. 















 














 


Aquel pueblo que llegó a tener 2 notarías y más de 18.000 habitantes languidecía con el fin del siglo XX. 
 Con el paso de los años iba recibiendo mala noticia tras mala noticia que iban acabando con la alegría de un pueblo que, por su situación geográfica  en los confines del sur de Badajoz y a escasos kilómetros de las provincias de Córdoba y de Sevilla es, como otros muchos pueblos de Badajoz, una mezcla casi a partes iguales de  Andalucía  y de  Extremadura. 

Azuaga se apagaba con el cierre de las decenas de minas que durante los dos primeros tercios del siglo XX habían dado lustre y riqueza al que fue a principos del siglo XX el tercer municipio en número de habitantes de toda la provincia de Badajoz  y el que fue también el principal productor de plomo de España.

La emigración terminó de dejar en los huesos a Azuaga cuando se inventó el tractor y su riquísima campiña ya no daba  los jornales de antaño. Con la mecanización del campo muchísima  más gente  tuvo que dejarlo todo y coger el tren para irse  a Cataluña, a Madrid  o a Alemania.

Pero Azuaga  perdió literalmente el tren cuando a principios de los setenta cerraron la via ferrea. El “Via estrecha” ,que comunicaba Azuaga con la Via  de la Plata y con Madrid a través de su conexión con la cercana Peñarroya.dejó de funcionar en 1973 y Azuaga quedaba más aislada mientras su despoblación seguía su  curso  implacable.

A mediados de los años 80  una  nueva ley de justicia reforma las demarcaciones judiciales y suprime los Juzgados de Distrito. Con esta reforma el  Juzgado de Distrito de Azuaga desaperece también y se le da un nuevo golpe al estado de ánimo de una sociedad que se estaba desmoronando poco a poco.

A pesar del cierre de las minas y del cierre de la via férrea y  a pesar de que el campo ya no daba jornales,  Azuaga no se apagó del todo. A pesar de que el pueblo se ha quedado con menos  de la mitad de los habitantes que tenía, sigue manteniendo  parte del brillo que una vez tuvo y después de tanto tiempo de retroceso este año ha recibido por fin una alegría al meter a su equipo de fútbol entre la “elite “ del futbol extremeño. El ascenso a tercera fue la culminación  de unos años de buen trabajo por parte de su junta directiva y el  C.D. Azuaga  milita esta temporada  en el Grupo XIV, el grupo extremeño, de la Tercera Division Nacional.

Azuaga era tradicionalmente un pueblo obrero y rojo, con una burguesía comercial fuerte y donde también habita  una gran comunidad de propietarios agrícolas,  gente “como Dios manda” y votantes de la derecha de toda la vida. Pero aquel pueblo que vio nacer a la primera Agrupación  Local del PSOE en Extremadura tuvo la mala suerte de que a mediados de los años 90 un azuagueño emigrante a Cataluña encontró acomodo como cargo cargo de libre designación  en la Junta de Extremadura  y desde allí se hizo con la presidencia de la agrupación local del PSOE de Azuaga.

Una vez llegado a la alcaldía se encargó de  tirar por tierra aquel granero de votos del  PSOE que tradicionalmente había sido Azuaga. Julio Dominguez es el nombre del figura. Tan bien lo hizo y tantas heridas reabrió con su mentalidad de persona desclasada y resentida que perdió la alcaldía en plena época de bonanza económica y en plena ebullición del zapaterismo feliz de principios del siglo XXI. Ya hay que ser torpe.

Azuaga pasó a manos del PP en el año 2007. Los populares azuagueños también volvieron a reabrir heridas y a campar a sus anchas como pasaba en otros tiempos, haciendo gala muchos de los responsables municipales y  sus allegados, de una soberbia y de una actitud  impropia de estos tiempos. Los de las patillas de hacha, los del pelo engominado, los del cinturón con la bandera de España y, en definitiva, los del look de pijo rural campan a sus anchas por la otrora roja Azuaga.

En su desembarco en las instituciones azuagueñas parece que han entrado también en la directiva del equipo local de futbol llegando incluso a obligar a retirar una bandera republicana de la grada y a editar un cartel como el que ilustra este artículo y que se comenta por sí mismo. 

Extraido de KaosenlaRed