La policía francesa desmanteló hoy un campamento de gitanos ubicado
en el departamento de Seine-Saint-Denis, aledaño a esta capital, y
expulsó del lugar a sus habitantes, entre ellos unos 20 niños.
Varios de los menores estaban
matriculados en escuelas primarias de la localidad de Noisy-le-Grand y
se ignora cuál será su próximo paradero y si podrán continuar sus
estudios, denunciaron organizaciones humanitarias.
Los roms, como también se les conoce a
los miembros de esa etnia, habían ocupado un edificio abandonado y
levantaron varias cabañas en un campo adyacente. En el grupo habían
algunas familias que se instalaron allí tras un incendio en su anterior
campamento a mediados de agosto, informó Didier Cusserne, del colectivo
Convivencia dedicado a dar atención a los gitanos en ese departamento.
Tras el desalojo el lugar fue destruido
por maquinaria pesada, sin permitírseles a las familias recuperar sus
pertenencias. Durante el actual gobierno se incrementó la evacuación de
campamentos roms en todo el país, a pesar de una circular publicada en
2012, en la cual se recomienda realizar un estudio económico y social
antes de proceder a un desalojo.
Según fuentes oficiales, en lo que va
del año unas 10 mil personas de esta comunidad fueron expulsadas de los
terrenos donde estaban asentadas.
El tema de los gitanos emergió
recientemente a luz pública tras polémicas declaraciones del ministro
del Interior, Manuel Valls, quien aseguró que la mayoría de roms carecen
de voluntad para integrarse a la sociedad francesa. La única solución, dijo el funcionario,
es la destrucción sistemática de sus campamentos y la expulsión de sus
ocupantes del territorio nacional.