Buscan congelar los fondos de la organización, que segun un informe
judicial posee un ala política y otra violenta. El partido es la tercera
fuerza electoral en momentos en que la ultraderecha crece en Europa.
Hoy se introdujo en el Parlamento -como enmienda a una ley que ya se debate, para agilizar su tramitación- una propuesta del ministerio del Interior que busca de modo genérico congelar la financiación a "los partidos políticos cuyos dirigentes sean imputados por delitos graves".
"Funciona con los mismos principios operativos y de organización que el partido nazi de Adolf Hitler"
fiscal Jaralambos Vurliotis
La medida, no obstante, tiene un destinatario inequívoco: la formación ultranacionalista, tercera fuerza nacional, en el ojo de la tormenta desde el asesinato hace dos semanas del rapero Pavlos Fyssas, más conocido como Killah P., a manos de un simpatizante de "Amanecer Dorado".
De aprobarse esta enmienda, la financiación pública de un partido será suspendida si su líder o el 10% de sus diputados o una parte importante de la cúpula del partido son imputados por delitos para los cuales estén previstas penas de más de 10 años de cárcel, según informó la agencia de noticias EFE.
Seis de los 18 diputados de la formación nazi -incluido su líder, el ex militar Nikolaos Mijaloliakos-, otros 14 militantes y dos policías comparecerán desde mañana ante el juez acusados de constituir una "organización criminal" a la que se imputan 10 asesinatos "en grado de tentativa o comisión".
En el marco de un paquete de medidas que buscan debilitar a la formación neonazi, el gobierno aseguró hoy que además pronto presentará una ley contra los discursos que inciten al odio racista.
"Esta ley, que se presentará ante el parlamento en los próximos días, tiene un valor simbólico y moral", aseguró ante la prensa el viceprimer ministro, Evangelos Venizelos, quien recordó que de este modo la legislación griega coincidiría con los estándares europeos.
ORGANIZACIÓN NAZI
La serie de medidas coinciden con un informe judicial, develado parcialmente hoy, en el que el fiscal Jaralambos Vurliotis acusa a Amanecer Dorado de funcionar "con los mismos principios operativos y de organización que el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, o partido nazi, de Adolf Hitler".
Muchos de sus miembros de Amanecer Dorado realizan el saludo nazi durante las manifestaciones
Esta es una de las conclusiones a las que arriba el sumario contra la formación sustanciado por el fiscal, que determina además que "la violencia (para Amanecer Dorado) es el mensaje, y no el medio para alcanzar sus objetivos".
En la organización, agrega el informe judicial, "toda la autoridad emanaba de (Nikos) Mijaloliakos, denominado el Fuhrer, mientras el ´Fuhrerprinzip´ (dogma de autoridad) era de obediencia debida para todos los miembros del partido y sus órdenes sagradas e inviolables eran instrumentadas a través de su lugarteniente, Jristos Papas", que se entregó a la policía este domingo.
Mijaloliakos, que comparecerá ante el juez este miércoles, un día después de lo anunciado, lideraba una estructura piramidal formada por dos alas, la política y la operativa o violenta. Cada una de ellas se organizaba en pequeñas células locales encabezadas por cinco mandos.
El emblema de Amanecer Dorado, que logró 18 diputados en las últimas elecciones helenas y se constituyó en la tercera fuerza nacional, recuerda a una esvástica y muchos de sus miembros realizan el saludo nazi durante las manifestaciones.
Previo al arresto -anteayer- de la cúpula partidaria, decenas de viviendas de militantes y simpatizantes neonazis fueron registradas en todo el país, en las que se hallaron armas blancas y de fuego.
La prohibición de forma completa e inmediata de un partido político es una práctica complicada bajo la legislación helena.
Neonazis y otras hierbas
María José Pou
En Grecia no hay lugar para las organizaciones criminales, aunque sea bajo la apariencia de partido político”. Lo dijo ayer el ministro del Interior griego refiriéndose a Amanecer Dorado, el partido neonazi cuya cúpula será juzgada mañana. La pregunta es si puede frenarse la legitimación de un grupo como ése mucho antes de que llegue al asesinato.
Si el problema es la comisión de delitos es una cosa. Si lo es, como dijo el ministro, que sean capaces de “incitar al odio racial, desafiar los derechos humanos y la perturbación de la paz social” es otra. En el primer caso no puede actuarse hasta que ya es tarde. En el segundo, sí, pero siempre hay quienes defienden la libertad de expresión incluso cuando se buscan esos fines perversos.
La cuestión, sin embargo, es que un discurso como el de Amanecer Dorado es la semilla de un comportamiento violento. No hay un discurso excluyente que no tenga en su seno el germen de un futuro acto de discriminación. Hasta que no asumamos eso consentiremos determinadas opciones, como decía el ministro, con “apariencia de partido político”.
Sé que es difícil determinar que un conjunto de ideas no deben tener aval institucional. ¿Quién decide que unas sí y otras no?¿Quién nos asegura que un día no serán las nuestras? Sin embargo, hay límites que pueden establecerse. En España, por ejemplo, costó mucho que una ley de partidos excluyera la justificación del terrorismo. De poco sirvió gracias al Constitucional pero al menos hay un marco de referencia. Lo mismo ocurre en Alemania y en otros países que han sufrido el azote del sectarismo organizado.
Ahora bien, dejar que una ideología que atenta contra los derechos humanos llegue al parlamento y luego ilegalizarla es la peor solución. ¿No sabíamos todos de qué iba Amanecer Dorado? ¿Y los Hermanos Musulmanes? ¿Y Bildu? Dejarlos entrar para luego expulsarlos es permitir que germine un planta en lugar de arrancar las malas hierbas de raíz. Aumenta el apoyo social y les ponemos en bandeja el discurso de víctima. Justo lo peor que podemos hacer para erradicarlos.
Extraido de Kaosenlared
Los dirigentes de Amanecer Dorado no son presos políticos, son presos comunes
Este puede ser el inicio del fin para el partido de ideología nazi,
14 meses después de su triunfante entrada en el Parlamento, tras reunir
ni más ni menos que 426.000 votos (6,92% del electorado).
Lo que vivimos en Grecia en las
últimas 48 horas es algo sin precedentes. Un partido político con 18
diputados en el Parlamento heleno ha sido calificado por el juez como
una “organización criminal”, y toda la cúpula de esta formación ha sido
detenida y llevada esposada ante la Corte Penal. Es Amanecer Dorado
(AD), el partido que introdujo el lenguaje y la fraseología de la calle
en el Parlamento, las agresiones violentas contra la gente que no
compartía su ideología en el orden del día de los boletines
informativos, y el miedo en el vocabulario del día a día.
Este puede ser el inicio del fin para el
partido de ideología nazi, 14 meses después de su triunfante entrada en
el Parlamento, tras reunir ni más ni menos que 426.000 votos (6,92% del
electorado). Pero para llegar a este punto hemos sido testigos de
cientos de actos de violencia por parte de los participantes y
simpatizantes de esta construcción fascista, incontables actos de
intimidación, acosos, agresiones, intentos de homicidio; e incluso
asesinatos, como el del joven Pavlos Físsas, el pasado 18 de septiembre.
Este último acto fue la gota que colmó el vaso de la paciencia y puso
en marcha los mecanismos judiciales hasta alcanzar su punto álgido en
las últimas horas.
Este punto es precisamente el que
debemos clarificar para que no quede ninguna sombra de duda. La
dirección de Amanecer Dorado no ha sido detenida por su ideología.
Grecia sigue siendo un país bastante tolerante, que -me atrevo a decir-
se puede permitir el “lujo” de dar voz a una formación neonazi como AD.
Grecia no persigue las ideologías. Lo que tenemos aquí es a una
organización que tiene unos antecedentes penales inconcebibles. Unos
antecedentes obviamente criminales, que incluyen desde agresiones hasta
asesinatos. Se trata de un asombroso abanico de antecedentes por los
cuales algunos de estos señores ya fueron imputados varias veces –
aunque sin mayores consecuencias. Y es por ello que deberíamos haber
proclamado ilegal a esta banda desde hace tiempo. No por razones
ideológicas, sino puramente penales. No porque tenga como símbolo una
variante de la esvástica, tampoco porque por las portadas de sus
revistas desfilen todos los dirigentes del partido nazi alemán; sino
porque se trata de una organización que dispone de una estructura
claramente paramilitar.
Los dirigentes de la cúpula de AD no son
presos políticos; son presos del Derecho penal común, por mucho que
ellos mismos quieran conseguir lo contrario, y se presenten como
perseguidos por su ideología: al salir de la sede general de la
Comisaria de Atenas, Ilias Kasidiaris (uno de los personajes más
mediáticos del partido) gritó: “No nos van a parar, ¡viva Grecia!”. El
argumento de la protección de la patria y del comportamiento antisistema
es el que logró atraer a muchísima gente y envolvió a esta formación
con el manto del patriotismo.
No obstante, los 426.000 votantes no se
convirtieron en una noche en fascistas ni en xenófobos o racistas. El
racismo tradicionalmente no tiene raíces en la sociedad griega. Las
condiciones extremas del panorama económico actual, el elevadísimo
índice de desempleo, la pobreza y la falta de perspectivas pueden
alimentar reacciones extremas –y lo hicieron– pero no hasta el punto de
legitimar el fascismo.
Por ello, ahora que salen a la luz cada
vez más actividades ilegales de Amanecer Dorado, la gente mantiene las
distancias. Hasta hace no mucho, los dirigentes del partido declaraban
que eran “la tercera fuerza política, con el 15% de la sociedad”. A
pesar de la movilización interna durante las primeras horas tras las
detenciones, delante de la sede policial sólo se reunieron entre 60 y 80
simpatizantes. Muy lejos del “15% de la sociedad”.
Por su parte, los medios de comunicación
en Grecia no lo tienen muy claro. Estos días emitían imágenes de los
dirigentes esposados, concentrándose en los gritos de Kasidiaris, al
tiempo que reiteraban que “no se muestran arrepentidos”. Como si los
detenidos fuesen a reconocer su actividad criminal delante de las
cámaras. No debemos asumir su postura, hemos de subrayar una y otra vez
que han sido detenidos única y exclusivamente por sus actividades
criminales. Y punto.
En resumen, ¿ha sido Amanecer Dorado una
amenaza para la democracia en Grecia? La respuesta es “sí”. Quizás haya
sido la única amenaza desde 1974 y la época de la Transición. Sin
embargo, esta amenaza se desintegra como cualquier banda criminal y, lo
que es más importante, gracias a la aplicación de la legalidad, de la
Justicia.