13 ene 2008

Nueva agresión racista en Salamanca.

Mientras el gobierno del PSOE se jacta de expulsar del Estado español a cientos de hombres y mujeres, que vinieron, dejando atrás sus países y su gente, con el objetivo de encontrar un puesto de trabajo; algunos jóvenes descerebrados siguen el ejemplo de la política racista y xenófoba de los gobiernos capitalistas, agrediendo a estudiantes de otras nacionalidades.

El último caso ocurrió hace aproximadamente una semana, en el entorno del puente romano de la ciudad charra. Un matrimonio de origen mejicano, estudiantes de la universidad Salamanca, se hayaba dando un paseo con sus hijos, cuando un perro de raza pitbull, cuyos dueños se encontraban por los alrededores, atacó a uno de los niños. La madre, asustada, se acercó a los propietarios del animal para reprocharles que un perro de esas características anduviera suelto, y para solicitarles sus datos por si fuera necesario cubrir algún tipo de responsabilidad por la asistencia sanitaria a su hijo. La pareja comenzó a proferir insultos contra la madre y le dijo textualmente “¿cómo te atreves a pedirnos a nosotros el carné, cuando seguro que tú no tienes ni papeles?”, además de llamarla “muerta de hambre” y otras descalificaciones similares. A continuación, y antes de que pudiera ser auxiliada por su marido, la pareja propietaria del pitbull (un hombre y una mujer) arrojó a la madre al suelo y le dio varias patadas y puñetazos.

La agredida fue trasladada al hospital clínico, donde fue atendida por magulladuras y heridas en la cara y en el cuello. Posteriormente presentó la pertinente denuncia.

Esta nueva agresión se enmarca en un contexto en el que los gobiernos imperialistas (EEUU, Francia, Italia o España) han endurecido brutalmente su política contra los inmigrantes (expulsiones masivas, malos tratos policiales, encarcelamientos, etc…) y donde además, las organizaciones fascistas gozan de total impunidad. Por lo que lo ocurrido hace unos días en Salamanca, no consiste en un hecho aislado, sino que se trata de una consecuencia más del actual proceso de criminalización, emprendido por los regímenes capitalistas, contra la clase obrera que decide emigrar, en busca de mejores condiciones de vida. Un proceso pensado por la oligarquía financiera para enfrentar a la clase obrera local y foránea, y con el que se pretende hacer creer a los primeros que sus males provienen de aquellos últimos, en lugar que del inhumano e irracional sistema económico que les explota, además de para amedrentar, aún más, a los trabajadores y trabajadoras inmigrantes.