20 ene 2008

Fin de año de movilizaciones contra las cárceles.


Solidarizarse con las personas atrapadas en el sistema penitenciario durante unas fechas relacionadas con el disfrute se está convirtiendo en una tradición.
Aunque pequeños, los actos contra las cárceles se multiplican.

Las manifestaciones durante las fiestas navideñas para mostrar la solidaridad con los presos y denunciar el sistema penitenciario se multiplican. El País Vasco ha sido de nuevo el escenario de las protestas más multitudinarias, centradas sobre todo en denunciar la situación de los 700 presos políticos vascos. La muerte, el 25 de diciembre, tras un accidente de coche de Natividad Junko cuando iba a visitar a su yerno en la cárcel de Teruel, ha marcado las movilizaciones que cada viernes convoca en numerosas localidades vascas Etxerat, la organización que agrupa a familiares y amigos de los presos políticos vascos. Es el decimoséptimo fallecimiento ocurrido en los largos desplazamientos a los que, desde 1982 y debido a la dispersión de los presos en cárceles lejanas, se ven obligados los familiares para visitarles.

El 28 de diciembre unas 10.000 personas participaron en manifestaciones y actos en numerosas localidades vascas para exigir el reagrupamiento de los presos en Euskal Herria. Asimismo, entre las numerosas movilizaciones de esos días –encarteladas, ayunos, concentraciones, encierros– el movimiento proamnistía organizó marchas a las cárceles de Basauri (Bilbao), Martutene (Donostia) e Iruña Langraitz (Gazteiz) en días previos al fin de año.

Por otro lado, y por sexto año consecutivo, a iniciativa del colectivo catalán de apoyo a los presos políticos Rescat, el fin de semana anterior a las Navidades una veintena de municipios catalanes y del País Valencià fueron escenario de marchas con antorchas. La más numerosa –unas 150 personas– se desarrolló en Barcelona. Bajo el lema “Por Navidades los queremos en casa” los actos de solidaridad con los cinco presos catalanes encarcelados por su vinculación con la lucha independentista vasca se centraron en reivindicar la amnistía para los presos políticos.

También en Barcelona, pero el 31 de diciembre, se celebraron por undécimo año consecutivo varias marchas contra las cárceles bajo el lema común “Menos prisiones, más justicia social, amnistía total”. Por la mañana ante la cárcel de mujeres de Wad Ras (barrio de Poble Nou), unas 150 personas se concentraron y luego realizaron un posterior recorrido alrededor de la cárcel. Las encarceladas, asomadas a las rejas de las ventanas, agradecieron a gritos la solidaridad. Por la tarde la concentración –unas 50 personas– se repitió ante el cárcel de jóvenes de La Trinitat. Ya de noche, unas 500 personas con antorchas y cohetes se manifestaron ante la cárcel de hombres de la Modelo (L’Eixample). Este año la jornada de movilizaciones, fruto del trabajo de una asamblea de colectivos y grupos sensibles a la problemática carcelaria que se reúne unos meses antes para prepararla, puso el acento en la denuncia del aumento del número de cárceles –de 77 a 121– previsto para 2012.

Resultado también del trabajo de una asamblea de colectivos y centros sociales, en Madrid las jornadas “Despide el año apoyando a lxs presxs” se iniciaron el 24 de diciembre con una marcha –cerca de un centenar de asistentes– a la cárcel de Navalcarnero (Móstoles). En días sucesivos hubo diversos actos y la presentación del periódico sobre la realidad carcelaria, Punto de Fuga. Como colofón, en la tarde del 31 de diciembre, unas 250 personas se manifestaron tras una pancarta con el lema “Su justicia no es justicia. Abajo los muros de las prisiones” por el barrio de Carabanchel hasta el antiguo centro penitenciario del mismo nombre, en el que hay un reformatorio de menores y un centro de internamiento para extranjeros. Durante estos días hubo una especial mención al tercer aniversario de la muerte del emblemático preso Xose Tarrío.

Periódico Diagonal.