17 ene 2008

La Guardia Civil expulsada de Kosovo.

Según sendas informaciones de El País de 25 de noviembre de 2007 y 13 de enero de 2008, el ministerio de defensa obligó a volver cuatro meses antes de lo previsto a una unidad de la guardia civil que hacía en la base labores de policía militar para los 620 efectivos del Ejército destacados, tras recibir denuncias por parte del mando en la provincia serbia por -entre otras hazañas- alcoholismo y agresiones de los guardias civiles.

El gobierno admitió que el relevo se produjo al detectar que el funcionamiento estaba siendo afectado negativamente por problemas personales ajenos al servicio, pero el coronel jefe de la base militar, José Federico Fernández del Barrio, se había dirigido al Estado Mayor explicando que la permanencia de la unidad de la Guardia Civil en la zona ponía en riesgo severo la misión.

El gobierno no precisó si los hechos ocurridos derivarán en sanciones a los guardias civiles, aunque el Ministerio del Interior tiene abierto un expediente informativo.
El Estado Mayor de la Defensa también investiga el comportamiento de la Guardia Civil destinada en Kosovo.


Los guardias y el sargento al mando protagonizaron durante el tiempo que estuvieron en Base España en Istok incidentes que eran incompatibles con la buena marcha de la misión.

Entre éstos figuran agresiones entre los agentes, ocultación de alcohol y borracheras, disturbios nocturnos y enfrentamientos violentos con los militares.