En septiembre, tras el asesinato de Pavlos Fyssas, el conocido
rapero Killah P, militante antifascista y miembro de la coalición de
izquierdas Antarsya, las calles griegas fueron tomadas por masivas
manifestaciones y choques con la policía, exigiendo la prohibición del
neofascista Amanecer Dorado.
Grecia: El combate contra los neonazis de Amanecer Dorado
Mariúcha Fontana, con la colaboración de João Lopes, desde Atenas
En septiembre, tras el
asesinato de Pavlos Fyssas, el conocido rapero Killah P, militante
antifascista y miembro de la coalición de izquierdas Antarsya, las
calles griegas fueron tomadas por masivas manifestaciones y choques con
la policía, exigiendo la prohibición del partido neofascista Amanecer
Dorado.
El asesinato de Pavlos
Fyssas fue la gota que colmó al vaso de una creciente violencia neonazi
contra activistas de izquierda e inmigrantes. La semana anterior habían
dejado varios heridos graves en el ataque de unos 50 fascistas, armados
con bastones de hierro, contra militantes comunistas. El clima de
impunidad hacia estas bandas -que patrullan algunos barrios de Atenas y
extorsionan a los comerciantes – es reforzado por su abierta connivencia
con la policía. El presidente de la Asociación de inmigrantes
paquistaníes, Malik Abdul Mejid, declaró a la prensa que llevaban 5 años
sufriendo los ataques del grupo fascista sin que el gobierno hubiese
reaccionado.
Los vínculos de Amanecer Dorado con las fuerzas de seguridad del Estado
Estas relaciones son tan conocidas que
incluso han dado origen a un gran reportaje del periódico The Guardian.
En la noche del asesinato de Pavlos, fueron filmados integrantes de
Amanecer Dorado tirando piedras contra manifestantes antifascistas, al
lado de los antidisturbios. Segun nos informa João Lopes, corresponsal
del MAS portugués desde Atenas, se calcula que cerca de la mitad del
cuerpo policial ha votado a Amanecer Dorado.
Oficiales de la policía están
directamente involucrados con Amanecer Dorado, y lo mismo ocurre con
mandos militares. Segun el portal Ekathimerini, ex-militantes de
Amanecer Dorado confirmaron que hay una rígida cadena de mando en el
partido que incluye a dirigentes locales y diputados, que son los que
autorizan los ataques, como el que mató a Fyssas. Hay una amplia
estructura de “escuadrones de asalto” neonazis entrenados por militares.
El Parlamento y el gobierno griego forzados a reprimir a Amanecer Dorado
En las elecciones de
junio de 2012, el partido de derechas, “Nueva Democracia", obtuvo
29,66 % de los votos y formó un gobierno de coalición con el
“socialista” PASOK (12,28 %). El segundo partido más votado fue la
coalición de izquierda Syriza (26,89 %). Los neonazis de "Amanecer
Dorado" sorprendieron obteniendo el 6,92 %. El gobierno de Samarás les
ha dejado todo este tiempo las manos libres, equiparando en su discurso
a los neonazis y a la izquierda, incluida Syriza, llamándolos los “dos
extremos”.
Antes del asesinato de
Fyssas, "Nueva Democracia" estaba intentando una alianza gubernamental
con el apoyo de Amanecer Dorado. Una parte de los medios de comunicación
ha ayudado a construir una imagen asistencialista y ‘moderada” de los
neonazis, que piden ser llamados nacionalistas, pero tienen dificultades
para esconder que su "fuhrer", Michaloliakos, antiguo militar y
defensor de la dictadura de los coroneles, es un declarado admirador de
Hitler.
Se aproximan las
elecciones de 2014 y el gobierno, en profunda crisis y con el país en
bancarrota, veía crecer la escalada de violencia de Amanecer Dorado, que
disputa agresivamente a Samarás sectores de extrema derecha que son
parte de su base de apoyo. Amanecer Dorado se presenta también como una
opción ante los sectores más desesperados, incluso de la clase obrera,
que rechazan las moderadas posiciones de Syriza que, como critica su
propia ala izquierda y otras organizaciones, no se apoya en la
movilización, busca alianzas cada día más por la derecha y no plantea la
ruptura con la UE y el euro.
Pero tras el asesinato de
Fyssas, la indignación y las manifestaciones explotaron y varias sedes
de los neonazis fueron incendiadas por los manifestantes. Sólo entonces,
el Parlamento y el gobierno griegos han retirado la inmunidad a los
diputados de Amanecer Dorado. Dos de sus miembros más visibles,
Panayótaros y Kasidaris, este último famoso por agredir en un debate de
TV a dos diputados de izquierda, deben responder ante la justicia por
delitos antiguos. El "furher" Michaloliakos y dos diputados han sido
detenidos y otros seis han quedado sin inmunidad parlamentaria y bajo
acusación. Se destituyó a algunos miembros del primer escalón de mando
de la policia y se detuvo a algunos agentes. El Parlamento ha suspendido
la financiación estatal de 1, 5 millones de euros anuales a Amanecer
Dorado.
Es urgente plantear la autodefensa de los trabajadores
Después
del asesinato de Fyssas y de las medidas contra el partido neonazi, los
sondeos muestran una bajada en intención de voto (le dan 6-7% de apoyo,
frente al 10-12% antes). Esto indica que Amanecer Dorado, aunque ha
sido golpeado, aún mantiene un espacio importante. Además, conserva una
fuerte base de apoyo en las fuerzas de seguridad del Estado, muy lejos
de haber sido depuradas.
Como relata João Lopes,
las manifestaciones contra el encarcelamiento de su líder y diputados no
superaron las 400 personas. En algunos lugares no han podido abrir sus
locales por las protestas de los antifascistas, la izquierda e
inmigrantes, especialmente paquistaníes. En Chania, en la isla de Creta,
los echaron literalmente al mar. También la campaña neonazi para entrar
en los hospitales, "sangre sólo para los griegos”, acabó derrotada por
los médicos y la comunidad hospitalaria, que los ha expulsado.
Pero la batalla por
destruir a los neonazis todavía está en sus inicios. Contra el fascismo,
en particular en Grecia, donde éste logró por primera vez desde la
Segunda Guerra Mundial un cierto peso de masas, es necesaria la defensa
unitaria por parte de toda la izquierda de la demolición de la
organización neonazi.
Esto implica exigir que
Amanecer Dorado sea puesto en la ilegalidad y hacer unidad de acción con
cualquiera que quiera combatirlos. Pero exige, al mismo tiempo, una
política de frente único de todas las organizaciones obreras para
organizar la autodefensa frente a la violencia fascista, a través de
destacamentos que deben ser entrenados y armados, pues con los nazis no
se discute, se les destruye. Es una tarea urgente.
Una cosa es exigir del
Estado medidas contra los fascistas y otra tener confianza en que lo
haga. Dejar en manos de “la democracia”, o sea, confiar al Estado y al
gobierno de Samarás la tarea de poner fin al fascismo y garantizar la
defensa de las organizaciones obreras y de la izquierda es, más que una
ilusión, un crimen. Entre otras cosas, porque acabar con Amanecer Dorado
significaría desmantelar una parte fundamental de las fuerzas de
seguridad del Estado, cosa que nunca harán.