3 feb 2009

El fiscal pedirá 29 años de cárcel para el presunto autor de la muerte de Palomino.

El Ministerio Público cree que tenía intención de matar ya que escondió el arma en el antebrazo. El presunto agresor es un militar profesional que acudía a una manifestación de la extrema derecha.
El joven está en prisión preventiva desde el 13 de noviembre de 2007 .

La Fiscalía de Madrid pedirá una pena de 29 años de prisión para el soldado profesional Josué E. de la H. por el asesinato el 11 de noviembre de 2007 en la estación de metro de Legazpi, cuando se dirigía a una manifestación del grupo fascista Juventudes de Democracia Nacional, del joven Carlos Javier Palomino.

En el escrito de conclusiones provisionales, el fiscal señala que Josué se encontraba sobre las 12.00 horas de ese día en un vagón del metro cuando, al llegar a la estación de Legazpi, "se percató de que en el andén y con intención de entrar al vagón donde él se encontraba, había un grupo numeroso de jóvenes antifascistas", que a su vez habían convocado una contramanifestación. La Fiscalía le imputa un delito de asesinato, otro de homicidio en grado de tentativa y una falta de lesiones a un testigo "Antes de que el vagón parase, sacó una navaja que portaba y tras ocultarla en la cara posterior del antebrazo, se dirigió hacia una de las puertas del referido vagón, donde permaneció mientras entraban los referidos jóvenes, entre ellos, el menor de edad, Carlos Javier Palomino Muñoz", de 16 años, añade el Ministerio Público.

El relato del fiscal continúa diciendo que Palomino realizó unos comentarios al acusado, "cuyo contenido se desconoce" y a los que éste respondió, "de manera inesperada y con la finalidad de acabar con su vida, clavándole directamente en el corazón la navaja que llevaba escondida en el antebrazo", lo que provocó la muerte casi inmediata del joven.

"Tras estos hechos y como quiera que el resto de pasajeros se quedaron mirándole, el procesado comenzó a blandir la navaja hacia los mismos, quienes abandonaron el vagón", aunque antes hirió levemente con el arma blanca a otra persona, a quien se ha otorgado la condición de testigo protegido.

Se escapó corriendo.

Posteriormente, y cuando otro pasajero se dirigió hacia él, para intentar desarmarle, Josué, "tras agarrarle, con la finalidad de acabar también con su vida, le clavó la navaja" en las costillas y salió corriendo hasta la calle, donde un grupo de jóvenes le dieron alcance y le golpearon incluso cuando ya había sido detenido por la Policía.

Los agentes intervinieron a Josué, que se encuentra desde el 13 de noviembre de 2007 en prisión preventiva, un puño americano. El ministerio fiscal pide también una indemnización de 300.000 euros para la familia del joven El fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato -por la muerte de Palomino-, de uno de homicidio en grado de tentativa -por el navajazo al segundo pasajero- y de una falta de lesiones -por las heridas causadas al primer testigo- y pide para él 29 años de prisión y una multa de 600 euros.

Además, solicita al tribunal que le condene a indemnizar con 300.000 euros a la familia de Palomino.
El caso será juzgado por el tribunal de la sección primera de la Audiencia Provincial de Madrid, que aún no ha fijado fecha para la vista, después de que el instructor del sumario, el titular del Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid, procesara al acusado el pasado 13 de octubre.


Extraido de OtroMadrid.