31 ene 2009

¿El retorno del anticristo?

Aunque a las encuestas hay que cogerlas con fino papel higiénico, son tenebrosas para el porvenir de Rajoy y del PP. Tal como están las cosas, su suerte está echada.

El hundimiento de ese partido se­misecta, semimonipodio, y la desbandada general se perfilan en el cercano horizonte. La sentencia del TS sobre la Educación a la Ciu­dadanía le ha dado un severo varapalo, y el espionaje en el Madrid de la manipuladora Aguirre es la puntilla…

Pero a grandes males grandes remedios, y por consiguiente sólo un tour de force puede sacar a la secta de los energúmenos del hoyo en el que poco a poco se va metiendo. Y entonces, ¿quién pien­san uste­des que lo puede reflotar? Pues, o bien la demonio o bien el Anticristo que predica la guerra y se burla del cambio climá­tico.

Porque ya los saben ustedes, estos sectarios que fri­san con el fas­cismo no saben ser perdedores ni se conforman con remar (como por ejemplo los chicos comunis­tas que saben que es­tán ahí sin más esperanza que gobernar en unos cuantos ayuntamientos aisla­dos y pare usted de contar). No. Aquella muchachada es muy supe­rior en ese “trabajar duro” para apoderarse del po­der a cualquier precio. Los chicos del la secta han venido al mundo para dar mandobles, para zarandear y para hundir empresas, propias o ajenas; para tras­tear ayunta­mientos sin límites ni más leyes que las suyas, y sólo para alojarse en la Moncloa. Todo lo que no sea eso es un fracaso que lo ahuyentan con agitación y confronta­cion permanentes. Como si estuviéra­mos en guerra o fuéra­mos a estarlo…

Desde que perdieron el poder central están desesperados. Ni lo di­si­mulan. Pero van de mal en peor. Cada día baja un punto su cotiza­ción en la bolsa de las democospias. El asunto de los espías ni es casual ni ha sido algo descubierto por la sagacidad de los sabue­sos de la prensa. Está calculado por la Aguirre probable­mente en con­ni­vencia con el Anticristo. Necesitaban esos chicos un revul­sivo y a un Salvador/a de campanillas. Y de esa clase no hay más que o la mu­jer pantera más maniobradora que Cleopatra, Catalina de Médi­cis, Isabel de Inglaterra y Catalina la Grande juntas, o el Anticristo del bigote…

A ver si se lo afeita la Esperanza precursora, u opta ésta por recibir en Parusía al Anticristo. Esta es la gran in­cógnita que los 40 millo­nes de españoles-niño, manejados por unos cuantos puña­dos de aviesos, han de despejar. Si desistimos de intentarlo, de todos modos pronto lo sabremos…

Extraído de KaosenlaRed.