17 ene 2009

democarcia nacional: nazis

La justicia ha absuelto al diario Odiel y avala afirmar que el partido Democracia Nacional (DN) es nazi. Esta sentencia pone al descubierto la importancia del lenguaje y el juego sucio al que los NAZIS como DN juegan a menudo, denunciando a quienes sacan sus vergüenzas a la luz. Se abre pues un camino para empezar a desenmascarar a todos esos NAZIS escondidos detrás de la pátina democrática, populista y demás eufemismos que los neofascistas utilizan para no asustar al electorado con esvasticas. Hace tiempo que venimos recordando el currículum del líder de DN, el valenciano Manuel Canduela Serrano, ex miembro de Acción Radical y cantante del grupo nazi División 250. Ahora hará falta empezar a destapar los parecidos entre DN y otros partidos que se disputan el voto ultra, investigar dónde están aquellos viejos ideólogos de CEDADE que pasaron de DN a otras formaciones, y ver si los argumentos por los cuales se avala denominar nazi a DN nos sirven para utilizar el mismo adjetivo en el resto de casos.

El neofascismo que empezó a construirse algo tarde en el Estado español, en comparación con el resto de países europeos, debido al peso franquista dentro la ultraderecha española, empieza a tener problemas para disimular su verdadero talante. Durante los años '80, el neonazismo en el Estado estaba representado por una de las organizaciones nazis con proyección mundial más importantes de la historia, el Círculo Español de Amigos de Europa (CEDADE), dónde coincidieron personajes como Pedro Varela Heiss, propietario de la Librería Europa, Christian Ruíz, Juan Antonio Llopart, líder del Movimiento Social Republicano (MSR) o uno de los actuales think tanks de España2000, el catalán residente hoy en Alicante, Ernesto Milà.

No se debe olvidar que numerosos nazis, muchos de ellos acusados de terribles crímenes contra la humanidad durante el III Reich, encontraron en la España franquista un paraíso para rehacer sus vidas y continuar sembrando la semilla del odio, manteniendo viva la ideología más sanguinaria de nuestra historia contemporánea. Los antiguos militares de Hitler refugiados en el Estado habían promovido CEDADE, habían encontrado aliados españoles que se comprometían con el ideario nacional-socialista y que estaban haciendo una enorme tarea de difusión, tanto en el Estado como en América Latina, dónde también se refugió una importante colonia de militares nazis del III Reich, la mayor parte de estos amparados y contratados por la CIA para desestabilizar durante la Guerra Fría a los gobiernos de izquierdas de la zona. Las leyes españolas no prestaban demasiada atención a los neonazis, que podían pasear tranquilamente las esvasticas por mitad de Madrid celebrando el centenario del nacimiento de Hitler, como muestra este vídeo rescatado del año 1989 donde Pedro Varela glorifica el Führer. Mientras, la mayor parte de la extrema derecha seguía atada al pasado franquista, una identificación que perdería peso los sucesivos años con la aparición de grupos como Bases Autónomas o Acción Radical, que empezaban a adoptar de Europa la nueva moda skinhead nacional-revolucionaría (neonazi)También fue clave el juicio que enfrentó la superviviente de los campos nazis, Violeta Friedman, con el rexista belga León Degrelle, ex general de las SS que vivió como un rey en Málaga durante 49 años amparado por el régimen franquista. Friedman se enfrentó a Degrelle tras la publicación en la revista Tiempo, en julio de 1985, de unas declaraciones del ex SS dónde, entre otras afirmaciones, ironizaba sobre los judíos: "...si hay tantos ahora resulta difícil creer que hayan salido tan vives de los hornos crematorios".

El juicio, tal y como relata un artículo del año 1988, concentró a numerosos neonazis que increpaban a la superviviente del Holocausto que reclamaba una condena contra el nazi por haber atentado contra su honor.

A principios de los '90, al ganar el juicio Violeta Friedman, CEDADE se disolvía, las leyes españolas estaban ya alerta de la propaganda nazi y empezaban a acotar el terreno para que estos pudieron realizar descaradamente cualquier apología del genocidio y de rehabilitación del régimen nazi.

El relevo lo recogían los nuevos nazis, más jóvenes, que no habían vivido el franquismo y que renunciaban a la caspa ultracatòlica de sus padres, al menos de cara a la galería. Los skinheads empezaban a adoptar una moda entre los ultras españoles, una nueva forma de acercarse al resto de países europeos que ya presumían de tener ejércitos de jóvenes rapados dispuestos a combatir el orden establecido desde su particular contracultura basada en el racismo y el europeismo, ignorando los estorbos legales que la difusión del nazismo empezaba a tener en Europa. Pero los sucesivos episodios violentos (asesinatos, palizas, disturbios...) y la militancia delincuente, atado a la presión mediática y a la alerta que los grupos antifeixistes y organizaciones por los derechos humanos lanzaban, trajo los ideólogos y los líderes más ambiciosos a explorar nuevas vías para construir una opción política acuerdo con los tiempos, enmarcada dentro el sistema democrático y que afrontara el nuevo fenómeno que empezaba a crecer en Europa occidental: la inmigración. Es entonces cuando a mitad de los '90 aparecen los primeros experimentos, y Democracia Nacional (DN) fue la pionera. Detrás, personajes que habían aprendido de los numerosos nazis que se refugiaron al Estado y que traían ya décadas difundiendo las tesis supremacistes y revisionistas (que niegan el Holocausto) vieron el filón de construir una plataforma que reciclara los viejos franquistas y sedujera las nuevas generaciones de neonazis, bajo un proyecto medianamente serio semejante al Front National (FN) francés o al Brittish National Party (BNP) de Inglaterra. Todo y los esfuerzos de estos nuevos nazis por esconder las esvasticas, la imprudencia y la carencia de "personajes limpios" (no relacionados con nazis, franquistas o fascistas) ha acabado por desmontar la paraeta de aquellos que ahora se llaman demócratas, populistas o patriotas, y el caso de Odiel es un hito importantísimo que marcará, sin duda, una nueva batalla al terreno de la comunicación y la propaganda. Ahora ya se puede decir que DN es un partido nazi. Y del mismo modo nos deberemos preguntar si se puede aplicar esta misma regla de tres a partidos parecidos. La conclusión, finalmente, es que la cobardía reina dentro el mundo ultra. No se admito la ideología, se esconde, se disimula, y esto sólo se puede interpretar que algo los avergüenza. La estrategia que han llevado a cabo, no sólo DN con Odiel sino otras formaciones y personajes de las cloacas ultras contra medios de comunicación o personas que denuncian alto y claro lo que son, empieza a agotarse. La verdad acabará reluciendo, y parece que todo empieza por que han caído en la trampa. Si decimos que son nazis es por que tenemos todas las pruebas. Si decimos que son racistas, es por que así nos consta, y así sucesivamente, hasta que pierdan todos los juicios, no nos cansaremos de denunciar su trasfondo fascista y criminal.

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LEE EL ARTÍCULO PUBLICADO POR KLINAMEN DESENMASCARANDO A DEMOCRACIA
NACIONALCONSULTA LA SENTENCIA QUE ABSUELVE AL DIARIO ODIELLOS CANDUELEROS: Pagina realizada por ultras enemistados con Manuel Canduela y Democracia Nacional que destapan algunas de sus miserias.

SINTALANTE: Pàgina ultra que denigra el principal rival político de DN, José Luís Roberto, y su partido España2000

Pagina en honor a VIOLETA FRIEDMAN

Extraído de:
http://www.antifeixistes.org/3102_democracia-nacional-nazi-ara.htm