La concentración, que duró una hora, se desarrolló sin incidentes, exceptuando que un par de fascistas profirieron insultos y amenazas de muerte a los congregados, sin que las fuerzas de seguridad les detuvieran, aunque prometieron que actuarían a posteriori.Esta convocatoria se llevó con discreción y no se hizo propaganda de la misma. Se quería que fuera únicamente de un grupo de vecinos de la Sierra que simbolizaran el rechazo a los actos fascistas en el Valle de Cuelgamuros. Se trataba, y se ha conseguido, de hacer la primera manifestación de repudio frente a ese monumento fascista. Probablemente, se ha iniciado una tradición que puede y debe repetirse año a año.
Algunas de las personas que iban a asistir no pudieron hacerlo porque no se enteraron del obligado cambio de hora el día anterior. No obstante se hizo notar la ausencia en la concentración de personas que deberían estar comprometidas con estos actos, expecialmente las ligadas a los partidos políticos de izquierda
A pesar de la prohibición de realizar actos en el interior del monumento, pudimos observar como, pasada la valla, un coche sacó banderas franquistas y un autocar entró con una pancarta con la cara del dictador.
