Quienes pretenden aprovechar la crisis para refundar el capitalismo han podido tomar nota de que en Euskal Herria tienen en frente a un movimiento obrero fuerte y combativo.
Y lo estamos haciendo al andar. Existe un camino para el cambio, hay una vía para hacer frente al capitalismo, a la explotación social y a la negación de los derechos de nuestro pueblo. Y ese camino se llama unidad de fuerzas, complicidad, sumar, reunir y ensamblar, pero también movilizar, actuar, comprometerse, arriesgar y construir. La huelga general ha sido un éxito por muchas razones, entre ellas porque nos ha sugerido lo que este pueblo es capaz de hacer cuando se lo propone. Un mensaje que debemos saber escuchar, asimilar y procesar.
Hay camino y se basa precisamente en la conjunción de la unidad con la firmeza. Unir fuerzas, claro, pero no de cualquier manera ni para cualquier objetivo. La huelga ha sido un ejemplo de pluralidad y complementariedad entre diferentes, pero con un denominador común muy solvente. Recuerdo bien las primeras veces en las que ELA y LAB convocaban juntos actos. Cada cual iba en su bloque y más que compartir manifestación parecíamos haber coincidido en el recorrido. No es que las diferencias entre unos sindicatos y otros hayan desaparecido desde entonces, ciertamente éste ha sido un camino con avances y marchas atrás, pero lo que hemos vivido este mayo de 2009, lo que las fotografías demuestran, es una marea roja y verde, y de muchos más colores, una multitud densa que compartía mucho más de lo que a veces percibimos.
Habrá que dejar que pase el tiempo para medir las consecuencias reales de esta huelga, pero a nadie se le escapa que hay mucho camino por andar y lo mejor que podemos hacer por Euskal Herria es recorrerlo juntos e invitar a otros agentes y sectores a que se sumen.
Quienes pretenden aprovechar la crisis para refundar el capitalismo y empeorar las condiciones de vida de la mayor parte de la sociedad han podido tomar nota de que en Euskal Herria tienen en frente a un movimiento obrero fuerte, combativo, ideologizado. Un movimiento obrero que no busca medallas de oro junto a la patronal. Nada que ver con las burocracias sindicales domesticadas más preocupadas por seguir recibiendo subvenciones que por defender los intereses de los trabajadores.
Todo eso que algunos llaman estado del bienestar es fruto de la lucha social. No nos han regalado nada y la única manera de evitar que nos lo quiten y ganar nuevos espacios es seguir adelante con determinación. Buscar nuevas vías, burlar las trampas y saltar los obstáculos.
Estamos conquistando nuestro futuro. Y no se nos da mal del todo ensayar nuevas fórmulas para lograrlo. Dicen algunos que Obama es el primer presidente de EEUU que ha ganado gracias a internet y las redes sociales. Se podría discutir, pero valga el ejemplo para plantear que posiblemente ésta haya sido nuestra primera huelga con verdadera presencia en internet y la primera vez que internet ha proyectado su influencia sobre la huelga. Otro síntoma de que son muchas las cosas que se mueven en este país que quiere mirar al futuro con ilusión. Un país joven, pero que que va a dar todavía mucho de qué hablar.
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Después del 21-M: "Hemos mejorado nuestra capacidad de lucha"
xJabi Garnika - LAB
El secretario general adjunto de LAB destaca la respuesta masiva en un contexto de ofensiva contra la convocatoria de huelga general. Se ha demostrado la conciencia de clase.
¿Cuál es su balance de la jornada de huelga general?
La valoración es más que positiva. Independientemente de lo que diga cada cual, la realidad es que la crisis y las políticas que han generado esta crisis han sido la causa para la mayor movilización social de la última década. Otra cuestión que valoramos muy positivamente es que la respuesta masiva se ha dado en un contexto totalmente mediatizado por la ofensiva en contra de la convocatoria, de los convocantes y sobre todo, en contra de los propios trabajadores y trabajadoras. Se ha manipulado y mentido para desactivar la huelga y no lo han conseguido. Pero sobre todo, desde que empezó la crisis, el primer y principal objetivo ha sido neutralizar el cuestionamiento y la respuesta a la misma presionando a los y las trabajadoras. Pese a quien pese, y superando todos los condicionantes, en Hego Euskal Herria la clase trabajadora ha respondido saliendo a la calle
Sin embargo, desde gobiernos y patronales se insiste en calificarla como un fracaso.
Estamos seguros de que el calificativo que tanto la patronal como las instituciones iban a poner al seguimiento de la huelga estaba decidido y acordado entre ambos mucho antes de hacer la misma. Así se hacen las cosas aquí, de forma conjunta entre patronal y administración, y siempre dando la versión que necesitan en función de sus intereses. En el caso de la patronal está claro que cada uno defiende sus intereses, la cuestión es si es legítimo hacerlo mintiendo, manipulando y tergiversando. De todas formas, es la clase política la que tiene que tomar nota de la respuesta que los y las trabajadoras a los que dicen representar dieron con la huelga. La crisis está siendo muy dura para la mayoría social trabajadora y puede ser un problema decisivo para los representantes políticos si somos capaces de articular y liderar el rechazo real que existe ante esta situación. La valoración institucional sobre el supuesto fracaso tiene más que ver con el miedo a esa posibilidad que con los datos sobre la huelga
¿Ha servido para algo?
La huelga ha servido para extender empresa a empresa, pueblo a pueblo, la denuncia y la posición de los sindicatos que queremos responder haciendo defensa real de los intereses de la clase trabajadora. Ha sido más que valida para contrarrestar la ofensiva de la patronal que ante la crisis está utilizando el miedo para mejorar su posición e imponer medidas que en otra situación no podría. Ha sido un ejercicio de dignidad y solidaridad hacia los que más están sufriendo la crisis. Hemos demostrado que somos muchos miles los que todavía tenemos conciencia de clase. Ha situado los tres principales ejes en los que basar la defensa de nuestros intereses: empleo digno, garantizar los derechos sociales con políticas que repartan riqueza, e instrumentos para decidir el modelo económico y social desde el protagonismo de la clase trabajadora. Hemos avanzado en la comunicación y trabajo conjunto entre los sindicatos que conformamos la mayoría sindical vasca. Ha mejorado nuestra posición en una gran parte de la sociedad que demandaba una respuesta contundente. Ha servido para avanzar en el trabajo conjunto con muchos agentes sociales, en la estrategia de acumulación de fuerzas a favor de una alternativa estructural a este modelo. En resumen, hemos dado un paso determinante para defender nuestros intereses con más fuerza, con más capacidad de lucha.
¿Y cuáles serán las reivindicaciones a partir de ahora?
La huelga ha establecido las claves sobre las que concretar el marco reivindicativo para esta coyuntura: empleo digno, políticas públicas que repartiendo la riqueza garanticen derechos sociales e instrumentos para decidir las cuestiones fundamentales en materia económica y social. Estas son las claves para afrontar el futuro.
Uno de los avances ha sido el de la relación entre los sindicatos. ¿Ha sido coyuntural? ¿Que continuidad tendrá esta alianza?
Hemos dado un paso positivo y necesario para avanzar en el debate de colaboración y acción conjunta entre ambos sindicatos. Hemos tenido que trabajar mucho para sacar esta convocatoria y hacerlo conjuntamente ha servido para recuperar mucho la comunicación entre nosotros. Estamos seguros de que todo eso va a ser un activo a la hora de hablar de la gestión de la huelga y de posibles nuevos pasos en el trabajo conjunto, pero son debates que están por hacerse.
Extraido de LaHaine
