2 oct 2011

El gobierno de Esperanza Aguirre invierte 106 millones en construir colegios; sólo la tercera parte va a centros públicos


Si algo está dejando claro el conflicto educativo que se vive en Madrid es que la pasión de Esperanza Aguirre  por la enseñanza pública es indescriptible. Para comprobarlo, basta con echar un rápido vistazo a los  Presupuestos de 2011, muy ilustrativos de cómo discurre la educación en una comunidad en la que desde el curso 2008-2009 hay más centros privados que públicos cuando en el conjunto de España la proporción es de 7 a 3.
Se preguntarán por qué Madrid se ha convertido en la tierra prometida para la iniciativa privada en lo que a educación se refiere. Quizás este dato puede explicarlo: la partida para la construcción de edificios, es decir, para levantar nuevos colegios públicos es de 35,8 millones de euros; la cantidad que se entrega a entidades privadas para que construyan los suyos es prácticamente el doble: 61,9 millones. En definitiva, de los 106,7 millones para nuevos centros, sólo la tercera parte va a colegios públicos. Se entiende que haya quien vea oportunidades de negocio.
No crean que se trata de algo coyuntural o simple casualidad. Nada como coger el presupuesto de 2010  para salir de dudas: partida destinada a nuevos colegios de titularidad pública, 44,7 millones; “construcciones gestionadas por otras entidades”, 66,8 millones. Lo consignado este año para reparaciones o mejoras sigue esta misma lógica: 6,88 millones para los públicos; 7,56 millones para los privados.
Si esto se entiende bastante bien, es difícil explicar a qué se refería la presidenta madrileña cuando en enero afirmaba que está legislatura iba a ser “la de Educación, Educación, Educación”. Habría tenido sentido si a partir de este año se hubiera dado un salto presupuestario respecto a ejercicios anteriores, pero no es el caso.
En el capítulo educativo la Comunidad consigna para este año un gasto –hay quien con razón lo llama inversión- de 4.553,4 millones de euros. ¿Era tal el incremento respecto a 2010 que se hacía necesario recortar 80 millones a costa de aumentar las horas lectivas del profesorado y ahorrarse así el sueldo de gran parte de los 3.200 interinos? Pues va a ser que no. De hecho, el presupuesto en educación ya recogía una poda de 230 millones de euros en relación a 2010. En comparación con 2009, el gasto en educación en Madrid se ha reducido en más de un 6%.
¿Que de dónde se ha recortado? Pues de muchos sitios, salvo de uno especialmente: los conciertos con los centros privados. Lo destinado en 2010 por este concepto rondó los 830 millones de euros. Para 2011 se ha ampliado la partida hasta los 855 millones.
Las cifras muestran también lo propagandístico de algunos de los ejes educativos de la presidenta, especialmente el del bilingüismo. La Comunidad dedicará en 2011 apenas 11,4 millones a lo que se denomina “extensión y desarrollo del programa bilingüe español-inglés en centros públicos de educación infantil y primaria y de educación secundaria y ejecución de planes de formación en lengua inglesa”. Cómparese, por ejemplo, con los 34,6 millones que se dedican a pagar los sueldos de los profesores de Religión.
Existe otra apartado que tampoco ha sufrido los rigores de la crisis. Se trata de los 12,6 millones de euros que salen de la educación madrileña para financiar a Telemadrid, en virtud de un contrato programa que dura ya varios años. Se supone que la televisión pública madrileña fomenta en su programación los contenidos educativos. Quizás sea en las tertulias.