Un convenio urbanístico del Ayuntamiento de Jaén con el empresario José María González de Caldas, debía ser aprobado esta mañana en el último pleno municipal del año, un movimiento mafioso que debía servir como llave para la salvación del equipo de fútbol de la ciudad, el Real Jaén, que actualmente atraviesa por los peores momentos económicos de toda su historia y está, como tantos otros clubes modestos, al borde de la desaparición. De paso, conocidos especuladores, investigados y procesados entre otras cosas por el conocido caso "Malaya" de Marbella, aprovechaban la ocasión para sacar una buena tajada, con la complacencia del PSOE.
Gónzalez de Caldas debía abonar el dinero que el club debe pagar a la AFE como consecuencia de las denuncias presentadas por los jugadores que no han cobrado sus nóminas durante buena parte de la temporada, y a cambio el Ayuntamiento (gobernado en coalición por PSOE e IU) debía aprobar la recalificación de unos terrenos enfrente de una antigua fábrica de cervezas.
El convenio urbanístico preveía la recalificación de 900.000 metros cuadrados en el paraje conocido como “Fuente de la Zarza”, una parcela de olivos y monte enfrente de la antigua fábrica de cervezas El Alcázar en la ciudad de Jaén. El convenio permitiría así al famoso (y mafioso) empresario construir viviendas en la mitad del terreno y al Ayuntamiento, ingresar en sus arcas seis millones de euros en concepto de aprovechamiento urbanístico, según las informaciones publicadas ayer mismo por el diario JAEN.
Tal y como se podía leer en el orden del día del pleno, la Concejalía de Urbanismo estaba poniendo sobre la mesa para su aprobación un convenio urbanístico con la mercantil Proyji, vinculada, como ya hemos dicho, a la familia del empresario José María González de Caldas, el que fuera presidente del Sevilla FC, y con varias causas pendientes con la justicia por delitos relacionados con la corrupción urbanística. Además de De Caldas, la empresa está vinculada con Miguel López Benjumea, también vinculado a la operación Malaya. Su situación fue la de prisión eludible bajo fianza en la nueva fase de la operación. José María González de Caldas, empresario taurino e inmobiliario y ex presidente del Sevilla F. C., fue puesto en libertad con cargos bajo fianza de 50.000 euros. Se le acusó de un presunto delito de cohecho, al igual que a los otros cuatro promotores, uno de ellos Miguel López Benjumea.
Pero los chanchullos encerrados tras esta operación urbanística no se detienen ahí. En la mencionada sociedad mercantil Proyji, aparece también la figura de Fernando Calahorro Téllez, que fue diputado del PSOE de 1982 a 1986 y que actualmente es subdelegado del gobierno en Jaén, y que coincide en el Consejo de Administración de la sociedad Proyji con José María González de Caldas y Miguel López Benjumea. Dato bastante significativo cuando ha sido el PSOE, como veremos ahora, el único partido que ha votado a favor de este pelotazo urbanístico. Un ejemplo más, por tanto, del régimen mafioso y clientelar que desde hace tres décadas lleva gobernando Andalucía al amparo del PSOE.
Ecologistas en Acción había calificado ayer mismo este convenio urbanístico como una "aberración", mostrando su “perplejidad y decepción” con la política medioambiental del Ayuntamiento. El colectivo recordó que parte de la zona que se pretende recalificar es una parcela de especial protección. “Se quieren edificar más de 4.000 viviendas, con edificios de hasta cinco plantas. Es un pelotazo en toda regla", afirmaron los ecologistas.
Con estos mimbres, la ciudad de Jaén se presentaba esta mañana ante una jornada que prometía ser bastante tensa, por la cantidad de intereses que estaban en juego, tanto políticos, como económicos, como deportivos.
Finalmente, los votos del PSOE no fueron suficientes para sacar adelante la escandalosa operación urbanística que había programado el grupo socialista. Los otros dos partidos presentes en el Ayuntamiento, tanto IU como el PP, han votado en contra de la propuesta, y la medida ha sido finalmente rechazada, lo que, entre otras cosas, implica que el Real Jaén podría desaparecer en las próximas horas, así como que los especuladores, tanto dentro como fuera del club jiennese, tanto dentro como fuera del ayuntamiento de la ciudad andaluza, se quedasen con las ganas de poder seguir llenando sus bolsillos de manera fraudulenta y a golpe de pelotazo urbanístico.
Obviamente, tras el conocimiento de la decisión del pleno municipal, los principales afectados no se han quedado de brazos cruzados. Mientras los ecologistas y otros miembros de la izquierda jiennese celebraban la decisión, aficionados del club "lagarto" y el propio presidente de la entidad, Carlos Sánchez, reaccionaron de manera airada, profiriendo gritos e insultos contra los concejales de IU y los ecologistas.
Concretamente, el máximo accionista del Real Jaén, Carlos Sánchez, se ha enzarzado en una trifulca con Andrés Bódalo y Javier Aguilera, de IU, entre voces y abucheos de jugadores y peñistas que el presidente había llevado para hacer fuerza, convocados los días previos, a través de la web del club, para que asistieran a una manifestación en las puertas mismas del consistorio de la ciudad, con la que tratar de presionar a los concejales presentes en el pleno municipal.
La Policía Local se vio obligada a separar del tumulto a una persona del entorno de Carlos Sánchez, concretamente a un aficionado con estética neonazi que, junto a otros aficionados, ha tratado de agredir al compañero militante del SAT, Andrés Bodalo. El máximo dirigente del club, ha defendido a este aficionado a golpe de empujones, incluso cuando los policías locales trataban de detenerlo por sus intentos de agresión contra el compañero Bodalo. Finalmente, la situación no ha pasado a mayores, Andrés Bodalo se ha retirado del lugar sin mayores consecuencias, y no ha habido ningún detenido, a pesar de los forcejeos y los intentos de agresión al militante izquierdista.
Mafiosos y neonazis, pues, han campado esta mañana a sus anchas por la ciudad de Jaén. Afortunadamente ninguno de los dos han conseguido lo que esperaban: Ni ha habido pelotazo urbanístico, ni han conseguido que el compañero Andrés Bodalo doble la rodilla ante los intolerantes.
