6 oct 2013

(Debate/Opinión) Ska-P y el fetichismo de la derrota

La izquierda artística y sus miserias más terrenales. 
Hace algunos días saltaba la noticia: el grupo Ska P era nominado a un Gramy por su álbum 99% en la categoría de mejor álbum de rock n rol. La respuesta de los vallecanos no se hizo esperar: “Dádselo a Obama, que lo ponga junto al Nobel de la Paz”. Inmediatamente la polémica se desataba en las redes sociales. Si lo recogen mal, si lo rechazan mal también y por supuesto si están nominados es que algo malo habrán hecho. El caso es criticarlo todo.  


En este país está tan asumida e interiorizada la derrota que no concebimos que la izquierda pueda triunfar. Seguimos padeciendo una pasión por lo residual, una cultura de lo minoritario y un fetichismo por la derrota que pone los pelos de punta. 

El razonamiento es el siguiente: ¿Ska P llenan? Vendidos. ¿Korazón Kostra o Feliz saque de Banda no llenan? Es que son auténticos. Si triunfas es porque eres una pieza más del engranaje capitalista, claman los obtusos que no se dan cuenta de que, para vencer hay que triunfar, te llames Fidel Castro y cargues a todo un pueblo a tus espaldas o te llames Ska P y cargues altavoces y amplificadores. Y para triunfar se necesita el apoyo de las multitudes. Nadie puede triunfar o vencer siendo cuatro. 

Culpables y motivos hay muchos: una guerra civil que perdimos, cuarenta años de totalitarismo fascista, la traición de algunos dirigentes comunistas, una cultura de la transición vertical e inocua demasiado cómoda sentada sobre el regazo del poder, la movida madrileña, etc. En definitiva una serie de elementos, dispositivos y circunstancias que encorsetaron a la izquierda y la sumergieron en el pozo y el misticismo de la derrota y el culto por lo minoritario. Seguimos sin darnos cuenta que, en política, lo que cuenta es con cuántos cuentas, no tener razón. Tras la derrota de la bestia nazi en el cuarenta y cinco, los aliados capitalistas —EE.UU y UK— propusieron que el Vaticano (como guía espiritual) participara en la Conferencia de Yalta y otros encuentros post Segunda Guerra Mundial. Stalin representando a la URSS, el tercer aliado en discordia, les respondió que de cuántas divisiones acorazadas disponía El Vaticano. Esa y no otra es la clave de la política. Cuántos te siguen y de cuántos fusiles dispones. 

Bajo un prisma racional deberíamos congratularnos de un grupo que dice «estar orgulloso entre el proletariado»,  y que denuncia la tauromaquia, los esquiroles, el imperialismo, el capitalismo, el genocidio sufrido por el pueblo palestino, el abuso policial, etc. 

Deberíamos alegrarnos de que un grupo con ese tipo de letras suene en todas las verbenas de los pueblos. Un grupo que toca en el extranjero y llena pabellones, que ha escrito un himno a la revolución bolivariana, que trasciende los marginales círculos de izquierda, que tiene videoclips en youtube dedicados a los paramilitares colombianos o denunciando el drama de los niños soldados con más de cuatro millones de visitas. ¿Es algo guai no? Pues no, hay que criticarlo. Si triunfas por algo será: porque eres un vendido. 

En este país hay gilipollas tan supremos que en 1917 serían capaces de criticar a Lenin porque oye, este notas está triunfando y las masas lo siguen, es un puto vendido. El problema es que hay gente que no entiende que un artista comprometido pueda vivir de su trabajo. 

En el pasado nadie cuestionaba a Picasso por vender sus cuadros, a Lorca y Miguel Hernández por vender sus libros, a Berlton Brecht por vender sus obras de teatro, a Sergei Eisenstein por cobrar tras realizar Octubre o El acorazado Potemkin. Hoy sí. 

Si vivieran hoy día serían linchados: ¿qué es eso de vivir de tu arte en lugar de dar todo lo que ganas al África subsahariana? Me lo estoy imaginando: el Twitter de Lorca lleno de menciones. «Eh mariconazo, el otro día estrenaste Mariana Pineda en el Olimpia y estaba petao d gente. Entrada x 20 euros. #Vendido!!» O el Twitter de Miguel Hernández con una foto de El rayo que no cesa: «a la venta en El corte Inglés. Tú antes molabas». O en plan: «mira pepito que saca poemarios que son cuatro hojas fotocopiadas y los vende en mano en sus recitales. Eso sí es un poeta del pueblo y no tú».  

La lógica que subyace de este razonamiento infantil es la siguiente: puedes escribir libros, pintar cuadros o sacar discos, pero NO PUEDES vender muchos libros, vender muchos cuadros o vender muchos discos. De la misma forma tampoco puedes recibir muchos votos o recibir mucho apoyo social. Ada Colau lleva años militando en movimientos autónomos, cuando nadie la conocía era una militante auténtica y verdadera, ahora que ha saltado a la palestra mediática es una vendida reformista cooptada por el sistema a modo de freno ante las verdaderas aspiraciones revolucionarias. La izquierda tenemos que ser pocos, minoritarios, residuales.  

Menos reconocer que, a diferencia de nosotros, alguien en alguna parte está haciendo bien su trabajo, lo que sea. 

Yo lo que sé es que Ska P han tocado por la cara para Bukaneros, para los mineros, para el SAT... y que tú no. Y que siempre están ahí cuando se los necesita y la causa lo merece. ¿No se os ha ocurrido pensar que quizá Ska P son más pegadizos, más buenos, tienen más carisma, etc. que Korazón Kostra o Feliz saque de Banda? A mí personalmente no me apasionan, no soy muy de ese tipo de ska, pero me alegra que un grupo con esas letras llene estadios y le haga competencia a El canto del loco y a Melendi. Luego escarbando un poquito, descubres que los que más ferozmente critican, resulta que tienen un grupo o están en un grupo, o estaban en un grupo. O son amigos del bajista de Feliz saque de banda que sólo toca en okupas. Entonces todo cuadra.  

En realidad, los mismos que critican a Ska P son los mismos que cuando llega el 11 de septiembre llenan su muro de Facebook de odas a Salvador Allende pero en cambio se pasan la vida criticando con vehemencia a Chávez y Morales acusándolos de viles reformistas. Claro que Allende murió, perdió, fue derrotado y vencido por el enemigo. Chávez y Morales han cometido la osadía de vencer. Por tanto son unos vendidos. Si el golpe en Venezuela de 2002 hubiera triunfado y Chávez hubiera terminado con un tiro entre las cejas y el país sumido en una férrea dictadura fascista con miles de desaparecidos, entonces Chávez molaría y sería un gran revolucionario. 

Es gente que no busca vencer, busca mártires. Y obviamente los mártires deben ser siempre otros, no ellos. Son los mismos que se pasan la vida clamando por la lucha armada pero no la practican, que la practiquen otros que yo ya la apoyaré por Facebook y Twitter. Si entendieran el marxismo que dicen pregonar se darían cuenta de que no tiene sentido hablar en términos de «vendidos» porque un asalariado lo es igual, TODOS ESTAMOS VENDIDOS AL CAPITAL, es el principio, el núcleo, la regla del juego bajo condiciones capitalistas de producción. El que no dispone de medio de producción vende su fuerza de trabajo. El problema es que muchos todavía viven en casa de sus padres y no han conocido en su vida el tenebroso mundo de la empresa privada. Apuestan por el Todo o Nada, el todo es ese mundo utópico en el que sueñan con derrotar a cosacos a caballo y soviets en Leningrado, en la nada, que es lo que tenemos, viven de puta madre. Así cualquiera. 

Si tienes un grupo y tu grupo toca en un local para cincuenta personas y Ska P la peta en un estadio para 50.000, tienes dos opciones. La primera es asumir que ellos son más buenos o que, simplemente, saben conectar mejor con la gente, no pasa nada si tu grupo es minoritario o underground. De hecho todos los grupos empezaron siendo minoritarios y underground. A mí me encanta Charly Efe y no llena estadios, pero no voy a enfadarme porque Ska P sí los llene. Me alegro de que un grupo con mensaje triunfe, nos conviene, nos interesa. La segunda opción es lloriquear diciendo que son unos vendidos y tú el auténtico. Los que optan por la segunda opción, nunca llegarán a nada. No son de izquierdas, son neoliberales encubiertos, pues sólo creen en sí mismos y en su ego. Deberían abandonar la música y dedicarse a estudiar algún máster de coaching o de marketing financiero y hacerse emprendedores. Y seguir besando culos.  

También me los imagino criticando al pobre Marx que tenía que escribir artículos en el New York Tribune para sencillamente, poder pagar facturas: «¿Qué? ¿te paga bien la prensa burguesa?» Es entonces cuando Marx citaría la sabiduría del maestro Evaristo para recordarnos aquello de: Nunca serás un vendido, tú nunca te venderás / es porque a ti so cretino, nadie te quiere comprar. 


PD: No busquéis en Youtube a Korazón Kostra o Feliz saque de banda. Auque os seduzca que sean minoritarios y que por tanto molen, no existen.

Extraido de  KaosenlaRed